El concepto de propiedad intelectual refiere a ese tipo especial de protección de la que son objeto aquellos productos propios del ingenio y la imaginación humana. Siendo una de las últimas formas de propiedad desarrolladas por el hombre aún hoy algunos sectores minoritarios discuten acerca de sus beneficios y alcances, sin embargo, es indudable que la propiedad intelectual goza, en la actualidad, de una importancia vital, no sólo en los ámbitos cultural y científico, sino también en los campos empresarial y económico.
Fue a partir de la era contemporánea que el hombre se percató de la necesidad de brindar a los creadores de obras del ingenio algún tipo de protección que reconociera el fruto de su labor intelectual y, en consecuencia, fomentara la creación de nuevos productos de esta naturaleza, en beneficio de la cultura y la ciencia.
Hoy en día, la mayoría de los sistemas legales que reconocen la importancia de la propiedad intelectual y acogen sus principios generales, coinciden en adoptar la separación de esta rama en dos grandes vertientes: derechos de autor y derechos de propiedad industrial; sin embargo, algunos países prefieren hablar de una dicotomía entre propiedad intelectual e industrial. Ahora bien, esta última opción tiene consecuencias únicamente a efectos lingüísticos y no implica variaciones sustanciales respecto de la primera alternativa.
Día Mundial de la Propiedad Intelectual
El desarrollo disímil y particular que cada Estado le dio, en su momento, a los regímenes propios de propiedad intelectual, bajo su legislación interna, evidenció a la comunidad internacional la necesidad de armonizar las disposiciones en la materia, a fin de garantizar un mínimo de protección a los creadores. Así, el 26 de abril de 1970 entró a regir el Convenio que dio origen a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (“OMPI”) y, a fin de conmemorar esta fecha, en el año 2000 los Estados miembros de dicha organización establecieron el 26 de abril de cada anualidad como el día mundial de la propiedad intelectual.
En el marco de dicha celebración la OMPI pretende fomentar, difundir y propagar el análisis y los debates sobre los asuntos propios de esta rama especial de la propiedad privada, tanto en lo concerniente a la esencia misma del derecho a la propiedad intelectual, como en lo relativo a sus elementos específicos, los cuales incluyen los derechos de autor, en sus vertientes de derechos morales y patrimoniales, y la propiedad industrial, tradicionalmente dividida, a su vez, en dos grandes campos, signos distintivos y nuevas creaciones.
El trámite para registrar una marca y la prohibición de reproducir obras literarias ajenas para presentarlas como propias, se instituyen, para los ciudadanos promedio, sin interés especial sobre el tema, en los ejemplos por excelencia de lo que implica el concepto de propiedad intelectual, sin embargo, se trata de un asunto mucho más profundo que cuenta con numerosas aristas y que permea profundamente los escenarios artísticos, científicos y comerciales que se desarrollan en las sociedades actuales.
En efecto, la propiedad intelectual presenta actualmente un valor indiscutible y un papel fundamental en el desarrollo integral del hombre y la comunidad.
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